Esta es la mayor mentira que vienen vendiéndonos en televisión desde que empezaran las revueltas en el país norteafricano. Pongámonos en antecedentes:
A finales de 1969 Gadafi llega al poder gracias una revolución social contra el rey Idris I, impuesto por el gobierno italiano al conceder la independencia para controlar el petróleo libio. En sus primeros años en el poder, hizo reformas socialistas, nacionalizando toda empresa privada en la década de 1970, incluyendo la industria petrolera. Por supuesto, esto enfureció a Europa y EEUU, sucediéndose los intentos de asesinato; el más famoso fue el que ordenó Ronald Reagan como presidente de EEUU en 1986.
El régimen de Gadafi fue perdiendo poco a poco su carácter socialista gracias al bloqueo económico al que se vio sometido y occidente empezó a entrar otra vez en el país, principalmente en la industria petrolera. Empresas dedicadas al sector volvían a hacer negocio y Gadafi se convirtió en un gran amigo para los dirigentes europeos y americanos. Pero en 2009 quiere volver a nacionalizar el petróleo y se abre un debate en el congreso que, a día de hoy, sigue abierto. Occidente vuelve a ver peligrar sus lucrativos negocios en la zona, y empieza a preocuparse.
Una vez situados históricamente, analicemos el proceso revolucionario que vive el país en estos momentos. Los líderes rebeldes son antiguos altos mandos de Gadafi, al contrario que en Túnez o Egipto que eran los líderes sindicales o trabajadores; cuyos objetivos no están demasiado claros.
La excusa de la ONU para empezar las acciones militares contra Gadafi son, teóricamente, la defensa de los derechos democráticos del pueblo libio y evitar una matanza perpetrada por las fuerzas Gadafistas. Si esto fuera verdad, no se hubiera tardado más de un mes en intervenir, sino que hubieran apoyado a los rebeldes desde el primer momento. La razón para intervenir ahora es muy sencilla: esos ex-altos mandos de Gadafi que iban a proporcionar petróleo a Europa, ahora pierden la guerra, porque es una guerra, y ven peligrar el acuerdo.
Si realmente les interesara la labor humanitaria y luchar contra los denominados crímenes de guerra, ¿por qué no entran a defender al pueblo palestino de Israel? La respuesta es sencilla: no hay petróleo.
A finales de 1969 Gadafi llega al poder gracias una revolución social contra el rey Idris I, impuesto por el gobierno italiano al conceder la independencia para controlar el petróleo libio. En sus primeros años en el poder, hizo reformas socialistas, nacionalizando toda empresa privada en la década de 1970, incluyendo la industria petrolera. Por supuesto, esto enfureció a Europa y EEUU, sucediéndose los intentos de asesinato; el más famoso fue el que ordenó Ronald Reagan como presidente de EEUU en 1986.
El régimen de Gadafi fue perdiendo poco a poco su carácter socialista gracias al bloqueo económico al que se vio sometido y occidente empezó a entrar otra vez en el país, principalmente en la industria petrolera. Empresas dedicadas al sector volvían a hacer negocio y Gadafi se convirtió en un gran amigo para los dirigentes europeos y americanos. Pero en 2009 quiere volver a nacionalizar el petróleo y se abre un debate en el congreso que, a día de hoy, sigue abierto. Occidente vuelve a ver peligrar sus lucrativos negocios en la zona, y empieza a preocuparse.
Una vez situados históricamente, analicemos el proceso revolucionario que vive el país en estos momentos. Los líderes rebeldes son antiguos altos mandos de Gadafi, al contrario que en Túnez o Egipto que eran los líderes sindicales o trabajadores; cuyos objetivos no están demasiado claros.
La excusa de la ONU para empezar las acciones militares contra Gadafi son, teóricamente, la defensa de los derechos democráticos del pueblo libio y evitar una matanza perpetrada por las fuerzas Gadafistas. Si esto fuera verdad, no se hubiera tardado más de un mes en intervenir, sino que hubieran apoyado a los rebeldes desde el primer momento. La razón para intervenir ahora es muy sencilla: esos ex-altos mandos de Gadafi que iban a proporcionar petróleo a Europa, ahora pierden la guerra, porque es una guerra, y ven peligrar el acuerdo.
Si realmente les interesara la labor humanitaria y luchar contra los denominados crímenes de guerra, ¿por qué no entran a defender al pueblo palestino de Israel? La respuesta es sencilla: no hay petróleo.
la respuesta es sencilla, israel es de los suyos, al igual que los que mandan en arabia saudi, yemen, ... por el resto bien.
ResponderEliminarClaro, y Gadafi hasta hace no mucho también era de los suyos, ya que les dejaba hacer negocio con el petróleo libio. Pero cuando intentó volver a nacionacinalizarlo pasó de ser un colega a ser un dictador, asesino...
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